Aunque bien es verdad que las dos últimas ocasiones de gol, y clarísimas por cierto, fueron de nuestro Real Zaragoza. Partido flojo de solemnidad en la primera parte donde lo único salvable fue la gran jugada de Marc Beltrán que acabó con el gol de Abraham Minero.
El segundo tiempo fue completamente diferente. El equipo numantino salió con ganas de voltear el resultado y lo tuvo en sus botas pero incomprensiblemente falló su delantero. A la siguiente jugada Ortuño logró el 2-0 que parecía nos iba a dar tranquilidad, pero no pasaron 3 minutos cuando el Numancia acortó el marcador y nos empezamos a poner nerviosos con ello. Y así fue, al poco tiempo de esto lograron en empate y llenar de zozobra y desesperación la grada.
Las tuvimos allí en el tiempo de prolongación, pero "le pegamos al muñeco" ( vamos que no las paró el portero, más bien le pegaron) y no pudimos lograr la victoria.
Por una vez, y sin que sirva de precedente voy a levantar una lanza por el técnico. La gran cantidad de ausencias en el terreno de juego ( bajas por lesiones y acumulación de tarjetas ) nos dejaron muy justos para disputar el partido. A pesar de eso, creo que estos partidos no se tienen que escapar en la vida. Espero no nos tengamos que acordar de estos puntos.
Lo que quedó una vez más demostrado, es que necesitamos un delantero de garantías para luchar por el ascenso. El equipo que mejor se refuerce en el mercado de invierno será el que se lleve el gato al agua y sino al tiempo.
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Para los miembros de la peña zaragocista presentes en la Romareda fue un día extraño. Extraño y triste porque nos faltaba uno de nosotros. Nos faltaban tus comentarios siempre positivos a favor del equipo, tus ganas de que marcaran al final y tomarnos el pelo después.
José Luis, nunca te olvidaremos. Tu presencia siempre estará en esos momentos con nosotros.
Carlos
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