Costó lo indecible, se sufrió como nunca, pero al final tanto esfuerzo ha merecido la pena para poder decir a los cuatro vientos que España es nuevamente Campeona de Europa y lo es después de derrotar a Rusia en un partido que los nuestros tuvieron prácticamente perdido. Sin embargo, Sergio Lozano aparecería en el día que lo tenía que hacer y lo haría para primero devolvernos a la vida a tan sólo 34 segundos del final y posteriormente en la segunda parte de la prórroga conseguiría el tanto con el que se daba la vuelta a un marcador que finalmente fue de 1-3 tras el tanto sobre la bocina de Borja.Con enorme respeto abrían la finalísima rusos y españoles.
El miedo por cometer un error se palpaba en ambas zagas y por ello en esta primera mitad primó más el no errar que el acertar. A pesar de todo los chicos de Sergei Skorovich arrancarían algo más metidos en la cita haciendo una presión en mitad de cancha a la que su rival le costó unos cuantos minutos acostumbrarse. Sin embargo ese dominio del equipo que en esta ocasión jugaba como local apenas le serviría para inquietar en exceso a un Luis Amado que apenas tuvo que intervenir seriamente en un par de ocasiones a lo largo de los primeros veinte minutos de juego, aunque cuando lo hizo demostró su enorme calidad y templanza bajo los palos sacando sendos remates tanto a Prudnikov como al brasileño nacionalizado Cirilo que llevaban auténtico veneno. Los minutos pasaban y España poco a poco iba creciendo en el partido, si bien es cierto que faltaba un poquito más de profundidad para hacer daño a su oponente. Una vez más cimentados en una buena defensa, poco a poco comenzaron a acercarse al marco de Gustavo y siempre buscando hacerlo en acciones de ruptura. Así Sergio Lozano era el primero en disponer de una acción en posición franca yéndose su remate un poco desviado. En otra de estas sería Miguelín el que probaría fortuna, yéndose su latigazo junto a la base del palo. Esta sería la antesala de la que sin duda iba a ser la ocasión más clara de los españoles en esta primera mitad. Allá por el minuto 15, un robo de Carlos Ortiz, en uno de los pocos errores de los rusos, desembocaba en un dos contra el portero que se iba al limbo al quedarse corto el pase del jugador del Inter Movistar hacia un Miguelín que estaba ya con la caña preparada. Los españoles, cual combate de boxeo, estaban empezando a ganar a los puntos y antes de llegarse a los vestuarios pudieron dar dos golpes para dejar a su rival en la lona con sendos remates de Jordi Torras que Gustavo salvaba haciendo una muestra de su enorme flexibilidad. Esta primera parte dejaba a una España que había ido de menos a más, sin embargo quedaba la misma sensación que hace unos días atrás ante Italia de que en el apartado ofensivo no se estaban sacando los frutos y ya se sabe que en este deporte la falta de gol de paga y además muy caro. Las dudas asaltan durante la segunda mitad y Rusia lo aprovecha
Si ya de por sí respetuoso fue el inicio de la primera mitad, mucho más lo sería el de la segunda parte. Aquí si el factor del miedo a perder comenzaría a jugar un papel importante y el frío ruso se impondría al calor español. Otra vez más los nuestros volvieron a pecar en exceso de falta de profundidad ante una Rusia que lo encomendaba todo a sus tres brasileños, Gustavo, Pula y Cirilo. Precisamente de este último salieron las mejores opciones para buscar el gol apareciendo Luis Amado para mantener la meta a cero. Sin embargo quien más lo intentó no se llevó el tanto y sí Pula quien fue avanzando terreno y se sacó un potente disparo que entraba pegado junto al poste en el 33. La luz de alarma se le encendía a una España que hasta entonces no había ido por debajo nunca en el campeonato y que por tanto afrontaba una nueva dimensión a la que tardó poco en acoplarse. Había que tener la pelota, había que volver a probar a Gustavo y serían Miguelín y Aicardo los que adquirirían los galones haciendo volar al carioca nacionalizado ruso. José Venancio López no lo veía claro, había que hilar muy fino y decidió parar el crono a seis minutos del final para primero insuflar tranquilidad a sus chicos y para después determinar que había que sacar portero jugador para igualar la contienda. Primero sería Alemao y luego Kike Boned los que portarían este rol en un choque que ganó un poco más de emoción tras la expulsión de Cirilo en el 36. España iba a tener dos minutos de superioridad, aunque no iba a estar muy fino en la tarea de conseguir la igualada. El partido se moría sin remedio y cada vez el sueño de la prórroga parecía más inalcanzable, de hecho Kike Boned salvaba con una intervención de mérito una bola que se colaba en la meta española tras disparo de Gustavo. Sólo un milagro en forma de gol podía desatascar la hasta entonces inmaculada zaga diseñada por Sergei Skorovich y este llegó de las zapatillas de un Sergio Lozano que hasta entonces se le había resistido el tanto. A tan sólo 34 segundos del final un chut del ala tocaba en Nugumanov y despistaba al meta colándose en el fondo de las mallas y haciendo saltar de júbilo al banquillo. El partido se iba a la prórroga. Otra vez Sergio Lozano aparece para llevar a España a lo más alto
El tiempo extra del choque tuvo a España como su dominadora. El gol del empate hizo mucho daño a una Rusia que comenzó a ver con buenos ojos los lanzamientos desde los cinco metros, mientras que La Roja había detectado sangre y quería cazar a su presa antes de finalizar el tiempo extra. En la que sería la única ocasión clara de esta primera mitad de la prórroga cerca estuvo Miguelín de alcanzar la gloria, pero su potente remate desde el costado salía lamiendo la base del palo. El partido seguía en tablas.
En la reanudación España siguió apostando por tener la bola y acabó consiguiendo su premio a dos minutos para el final. Nuevamente Sergio Lozano volvía a aparecer en el momento clave para recibir de Kike Boned y poner la pelota en el fondo de las mallas con un disparo que entró por el mismo centro. Ahora los nuestros tenían la sartén por el mango y era Rusia quien tenía que jugársela de cinco si quería ese tanto que les volviese a meter en el partido y como mal menor les llevase a unos penaltis que nunca vieron mal. Fueron 120 segundos muy intensos en los que era el momento de que apareciese Luis Amado y claro que lo hizo el capitán con tres paradas de gran mérito ante Fukin y Sergeev. De hecho gracias a la última de las mismas llegaría un tercer tanto anotado por Borja que entró con la bocina sonando sobre el parqué del Arena de Zagreb y con todo el banquillo nacional a punto de invadir la pista para celebrar el sexto título de Campeón de Europa que demuestra que lo de esta selección es sencillamente increíble, de diez.
Rusia
Gustavo; Prudnikov, Sergeev, Abramov y MaevskiFukin, Pula, Cirilo, Pereverzev, Nugumanov y Milovanov
España
Luis Amado; Kike, Torras, Alemao y Rafa Usín Miguelín, Ortiz,Lozano, Lin, Borja y Aicardo
Penaltis
1-0 Pula (33') 1-1 Lozano (39') 1-2 Lozano (48') 1-3 Luis Amado (50')
Árbitros
Janosevic (Croacia) y Massini (Italia)Abramov, Lozano y KikeCirilo (36')
Cancha
Pabellón Arena ZagrebFinal de la Eurocopa
El miedo por cometer un error se palpaba en ambas zagas y por ello en esta primera mitad primó más el no errar que el acertar. A pesar de todo los chicos de Sergei Skorovich arrancarían algo más metidos en la cita haciendo una presión en mitad de cancha a la que su rival le costó unos cuantos minutos acostumbrarse. Sin embargo ese dominio del equipo que en esta ocasión jugaba como local apenas le serviría para inquietar en exceso a un Luis Amado que apenas tuvo que intervenir seriamente en un par de ocasiones a lo largo de los primeros veinte minutos de juego, aunque cuando lo hizo demostró su enorme calidad y templanza bajo los palos sacando sendos remates tanto a Prudnikov como al brasileño nacionalizado Cirilo que llevaban auténtico veneno. Los minutos pasaban y España poco a poco iba creciendo en el partido, si bien es cierto que faltaba un poquito más de profundidad para hacer daño a su oponente. Una vez más cimentados en una buena defensa, poco a poco comenzaron a acercarse al marco de Gustavo y siempre buscando hacerlo en acciones de ruptura. Así Sergio Lozano era el primero en disponer de una acción en posición franca yéndose su remate un poco desviado. En otra de estas sería Miguelín el que probaría fortuna, yéndose su latigazo junto a la base del palo. Esta sería la antesala de la que sin duda iba a ser la ocasión más clara de los españoles en esta primera mitad. Allá por el minuto 15, un robo de Carlos Ortiz, en uno de los pocos errores de los rusos, desembocaba en un dos contra el portero que se iba al limbo al quedarse corto el pase del jugador del Inter Movistar hacia un Miguelín que estaba ya con la caña preparada. Los españoles, cual combate de boxeo, estaban empezando a ganar a los puntos y antes de llegarse a los vestuarios pudieron dar dos golpes para dejar a su rival en la lona con sendos remates de Jordi Torras que Gustavo salvaba haciendo una muestra de su enorme flexibilidad. Esta primera parte dejaba a una España que había ido de menos a más, sin embargo quedaba la misma sensación que hace unos días atrás ante Italia de que en el apartado ofensivo no se estaban sacando los frutos y ya se sabe que en este deporte la falta de gol de paga y además muy caro. Las dudas asaltan durante la segunda mitad y Rusia lo aprovecha
Si ya de por sí respetuoso fue el inicio de la primera mitad, mucho más lo sería el de la segunda parte. Aquí si el factor del miedo a perder comenzaría a jugar un papel importante y el frío ruso se impondría al calor español. Otra vez más los nuestros volvieron a pecar en exceso de falta de profundidad ante una Rusia que lo encomendaba todo a sus tres brasileños, Gustavo, Pula y Cirilo. Precisamente de este último salieron las mejores opciones para buscar el gol apareciendo Luis Amado para mantener la meta a cero. Sin embargo quien más lo intentó no se llevó el tanto y sí Pula quien fue avanzando terreno y se sacó un potente disparo que entraba pegado junto al poste en el 33. La luz de alarma se le encendía a una España que hasta entonces no había ido por debajo nunca en el campeonato y que por tanto afrontaba una nueva dimensión a la que tardó poco en acoplarse. Había que tener la pelota, había que volver a probar a Gustavo y serían Miguelín y Aicardo los que adquirirían los galones haciendo volar al carioca nacionalizado ruso. José Venancio López no lo veía claro, había que hilar muy fino y decidió parar el crono a seis minutos del final para primero insuflar tranquilidad a sus chicos y para después determinar que había que sacar portero jugador para igualar la contienda. Primero sería Alemao y luego Kike Boned los que portarían este rol en un choque que ganó un poco más de emoción tras la expulsión de Cirilo en el 36. España iba a tener dos minutos de superioridad, aunque no iba a estar muy fino en la tarea de conseguir la igualada. El partido se moría sin remedio y cada vez el sueño de la prórroga parecía más inalcanzable, de hecho Kike Boned salvaba con una intervención de mérito una bola que se colaba en la meta española tras disparo de Gustavo. Sólo un milagro en forma de gol podía desatascar la hasta entonces inmaculada zaga diseñada por Sergei Skorovich y este llegó de las zapatillas de un Sergio Lozano que hasta entonces se le había resistido el tanto. A tan sólo 34 segundos del final un chut del ala tocaba en Nugumanov y despistaba al meta colándose en el fondo de las mallas y haciendo saltar de júbilo al banquillo. El partido se iba a la prórroga. Otra vez Sergio Lozano aparece para llevar a España a lo más alto
El tiempo extra del choque tuvo a España como su dominadora. El gol del empate hizo mucho daño a una Rusia que comenzó a ver con buenos ojos los lanzamientos desde los cinco metros, mientras que La Roja había detectado sangre y quería cazar a su presa antes de finalizar el tiempo extra. En la que sería la única ocasión clara de esta primera mitad de la prórroga cerca estuvo Miguelín de alcanzar la gloria, pero su potente remate desde el costado salía lamiendo la base del palo. El partido seguía en tablas.
En la reanudación España siguió apostando por tener la bola y acabó consiguiendo su premio a dos minutos para el final. Nuevamente Sergio Lozano volvía a aparecer en el momento clave para recibir de Kike Boned y poner la pelota en el fondo de las mallas con un disparo que entró por el mismo centro. Ahora los nuestros tenían la sartén por el mango y era Rusia quien tenía que jugársela de cinco si quería ese tanto que les volviese a meter en el partido y como mal menor les llevase a unos penaltis que nunca vieron mal. Fueron 120 segundos muy intensos en los que era el momento de que apareciese Luis Amado y claro que lo hizo el capitán con tres paradas de gran mérito ante Fukin y Sergeev. De hecho gracias a la última de las mismas llegaría un tercer tanto anotado por Borja que entró con la bocina sonando sobre el parqué del Arena de Zagreb y con todo el banquillo nacional a punto de invadir la pista para celebrar el sexto título de Campeón de Europa que demuestra que lo de esta selección es sencillamente increíble, de diez.
Rusia
Gustavo; Prudnikov, Sergeev, Abramov y MaevskiFukin, Pula, Cirilo, Pereverzev, Nugumanov y Milovanov
España
Luis Amado; Kike, Torras, Alemao y Rafa Usín Miguelín, Ortiz,Lozano, Lin, Borja y Aicardo
Penaltis
1-0 Pula (33') 1-1 Lozano (39') 1-2 Lozano (48') 1-3 Luis Amado (50')
Árbitros
Janosevic (Croacia) y Massini (Italia)Abramov, Lozano y KikeCirilo (36')
Cancha
Pabellón Arena ZagrebFinal de la Eurocopa
Fuente:Golsala.com
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