Viendo el panorama deportivo en
el que vivimos, resulta un poco desconcertante la situación tan diferente que
atraviesan los clubes hoy en día; tanto los que son SAD como los que no lo son
ya que unos y otros deben cantidades desorbitadas de dinero.
Explicaremos a grandes rasgos los
aspectos esenciales de toda sociedad anónima deportiva y su órgano de administración.
Las SAD tienen su origen en la
reforma de la Ley del Deporte de 1990 en la que, primeramente, se separó el
deporte profesional (1ª y 2ª división de fútbol y liga ACB de baloncesto) del
que no lo era, y después se les ofreció una salida a aquellos clubes que, hasta
el momento de la reforma, no hubieran demostrado una buena gestión económica
del club: convertirse en una sociedad anónima especial, la Sociedad Anónima Deportiva.
Por aquel entonces el Real
Zaragoza debía unos 500 millones de las antiguas pesetas, que fueron abonados
con la venta de acciones entre los entonces socios del Real Zaragoza, que
pasaron a ser abonados.
La primera ronda de la venta de
las acciones fue de, 10.000 pesetas por acción, con un mínimo y un máximo de
tres por abonado.
Al finalizar el plazo se volvió a
repartir las acciones sobrantes en partes iguales entre los compradores, al
final del proceso quedaron muchas acciones sin vender, pero por aquel entonces
el presidente del club se las vendió a D.Alfonso Solans el cual paso a ser
dueño del club y uno de los mejores gestores que ha tenido la entidad
blanquilla.
Por el contrario, a aquellos
clubes que estuviesen saneados económicamente se les ofrecía la posibilidad de
conservar su estructura jurídica y organizativa.
Así lo hicieron el Fútbol Club Barcelona, Real
Madrid, Athletic Club de Bilbao y Osasuna.
Debido a que el legislador temía
que la situación de endeudamiento que se había generalizado volviese
ha surgir a pesar de haber
reformado la LD (Ley del Deporte), incluyó en dicha reforma una serie de
prohibiciones para los administradores de estas sociedades anónimas deportivas
para
asegurar la máxima moralidad y
profesionalidad de su trabajo. Estas prohibiciones son, principalmente, las
siguientes:
•Tener antecedentes penales.
•Ser administrador de dos
sociedades competidoras
•Todo aquél que haya sido
sancionado por algún organismo por incumplir la legislación en cualquier otra
SAD.
Aunque se devio dejar muchos
flecos, ya que veinte años después la mayoría de clubs de primera segunda esta
arruinados.
Además de estos importantes
aspectos, hemos de destacar también uno que podríamos calificar de esencial: el
obligatorio consejo de administración, aunque ya hemos visto que eso algunos
dueños se lo saltan a la torrera.
Así como los clubes no
convertidos en SAD los rige una junta directiva, todas las SAD están obligados a
tener un consejo de administración que, elegido por la junta de accionistas,
debe dirigir y representar, no el club, sino la sociedad, en el caso del
R.Zaragoza en varias sociedades satélites.
Cada componente de este consejo
de administración debe prestar una garantía mediante aval bancario o seguro de
caución antes de tomar posesión del cargo, y poder así cumplir todos los
requisitos para poder participar en cualquier competición
deportiva.
La conversión de los clubes
deportivos profesionales en sociedades anónimas podía estar justificada por la
innegable situación de endeudamiento y mala gestión de los dirigentes de estos
clubes, en los finales de los años 90.
El legislador deportivo,
preocupado por esta situación, intentó buscar los medios por los cuales los dirigentes
de los clubes deportivos profesionales que participaran en competiciones de
ámbito estatal y carácter profesional, no volvieran a llegar hasta tal límite….pero
como hemos dicho antes de nada ha servido las SAD para frenar el endeudamiento
y ruina de los clubs Españoles.
Por esa razón se oficializó, el 15 de octubre
de 1990, la reforma de la Ley General de la Cultura Física y del Deporte.
Como hemos podido comprobar a lo
largo de de estos últimos años, el deporte profesional ha sufrido un
importantísimo cambio a todos los niveles, tanto deportivo (modificación de
algunas competiciones europeas, creación
de nuevos torneos…), como económico (cotización en bolsa de algunos clubes,
aumento espectacular del valor de los jugadores…), como también social(gran aumento del número de
mujeres en los campos de fútbol españoles).
El trabajo del legislador al
modificar la Ley del Deporte no se ha visto reflejado tan claramente como,
supongo, era de esperar este cambio.
La creación de las SAD ha sido
una de las infinitas razones por las cuales el deporte
profesional ha cambiado tan rápidamente.
Los derechos de televisión, los
patrocinadores de los equipos, la posibilidad de invertir en bolsa en busca de
más
recursos económicos (aunque en
España no haya ningún caso) y otros tantos aspectos que podríamos calificar
como extradeportivos también han influido en esta “revolución del deporte profesional”.
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