martes, 12 de noviembre de 2013

No llores, Negro (Homenaje a Cáceres).

Este cierzo que barre hoy el Valle del Ebro es la única verdad que nos queda
No hace tanto que éramos un club grande en su humildad y sencillo en su grandeza. Un club que miles y miles de aragoneses y españoles llevábamos cosido al corazón a fuerza de ser fuertes en los reveses y generosos con los vencidos. Un club que amaba a sus fieles y que era amado por su lealtad y señorío. Un club respetable y respetado. 

Hoy, decía, el Moncayo, ese padre al que le pedimos consuelo cuando todos los males nos aquejan aunque el poeta lo dibujó como un dios que ya no ampara, parece decidido a limpiarnos las lágrimas sucias que nos produce la derrota. Son días muertos, noches eternas de dolor e incredulidad. Sin embargo, en medio de la zozobra hay una luz a la que nos encomendamos porque solo esa vida nos queda: el partido homenaje a Fernando Cáceres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿la conoces?