Victoria mínima, sufrimiento máximo. Llagostera 0 Real Zaragoza 1

El Real Zaragoza ha conseguido traerse los tres puntos desde el deteriorado césped de Palamós, merced al solitario gol de Borja Bastón, y de otro final de sufrimiento, con un equipo echado atrás defendiendo el resultado.
Sea como fuere, el Real Zaragoza suma su segunda victoria consecutiva y se coloca con 9 puntos, de los cuales 7 han sido en las3 últimas jornadas con 3 goles de Borja Bastón.

El partido frente a Llagostera ha sido casi un calco del anterior.
El Real Zaragoza ha comenzado dejando el dominio del partido al rival, con un whalley que día a día demuestra que no es un portero de futuro, sino de presente.
La Llagostera no acertaba a marcar , evidenciando su falta de pegada. Y el Real Zaragoza se encontró con un gol a la media hora de partido, otra vez de nuestro Pichichi, tras recoger un pase de Eldin en diagonal a la portería.
A partir de ahí se vió al mejor Real Zaragoza, parece que el gol le dio tranquilidad a nuestro juego , aunque Jordi tuvo la mejor oportunidad para los azulgranas , cuando no supo enviar la pelota dentro de la portería desde la misma raya, obstaculizado por Rubén.
Mario estuvo a punto de poner el 0 a 2 antes del descanso , con un gran cabezazo picado, que René despejó a córner.

En la segunda parte tuvimos alguna ocasión, como una cabalgada de Álamo, que tras dejar a trás a dos defensas disparó fuera por encima del larguero. Álamo tiene una velocidad envidiable, tan grande como su falta de acierto en la resolución de jugadas.

Poco más tarde el árbitro nos regalaba un penalti, por presunto derribo dentro del área a Eldin, que el propio Eldin se encargó de desperdiciar.
Eso pareció espolear a los locales y se lanzaron a por el empate.
Whalley efectuó un par de paradas de mérito, los nuestros dieron el ya famoso paso atrás , de cada partido y comenzó el sufrimiento de cada partido.
Muñoz quitaba a Galarreta para sacar a Basha, que en el poco tiempo que estuvo sobre el patatal en lo que se había convertido el césped demostró el porque no debe estar sobre el mismo.
El Real Zaragoza atrás, los locales lo intentaban, por suerte sin acierto.
Los minutos pasaban despacio, el cartel del cuarto árbitro prolongaba 4 minutos la agonía, hasta que por fin el pitido final conseguía que los corazones zaragocistas no infartasen y pudiesen disfrutar de la victoria.

RMS