El silencio del Heraldo

Que la situación del Real Zaragoza es caótica lo sabe todo el mundo, hasta los menos aplicados discípulos del parvulario. Que Agapito Iglesias ha llevado al Zaragoza a la ruina, tanto deportiva como económica, es evidente, nadie lo ignora a estas alturas. Al igual que todos saben que lo que menos le interesa al soriano es el club aragonés, lo avala el hecho de la creación de sociedades varias para el mercadeo de jugadores, una actividad que no busca más que su provecho particular más allá de la delicada situación de la entidad. Agapito se ha buscado a la vida ante la delicada situación de sus negocios y aún en contra de la reglamentación actual. Y ojo con esto último porque derivar en castigo penal si alguien se preocupa en denunciar los hechos como en su momento le ocurrió a Lopera.

A mi lo que más me preocupa, y me sorprende, es que el medio escrito más poderoso de Aragón ignore todo esto, curioso cuando antaño tanto empeño puso en derribar a un presidente de la Comunidad por la compra de un modesto sillón. Sorprende de verdad la pasividad de este medio en tema tan delicado, circunstancia que hace pensar en sospechosa colaboración por intereses que no alcanzo a comprender, cuando además han pasado de una intensa actividad persecutoria a una pasividad incomprensible, incluso con temas como el de Pedro Herrera (para ellos siempre el culpable de todo) y compañía, por todo esto me sorprende en grado sumo la pasividad del medio, pero allá cada uno con su conciencia.
Los 13.000 accionistas agrupados en una sociedad, a los que el soriano pretende despachar para que el soriano pueda seguir con sus trapicheos, pueden ser pieza clave en el futuro de un club encaminado a la desaparición si el descenso se consuma, algo que quizás podría ser la mejor solución, aunque se tuviera que empezar de cero desde la Segunda División B. Quiebra y cierre, y a empezar desde abajo con los socios de siempre, a la espera de que este gobierno modifique la ley de las sociedades anónimas.

Espero la reacción deportiva del Real Zaragoza, siempre y cuando Aguirre no vuelva a las andadas y sepa aprovecharse de la savia nueva del equipo, lo malo será si insiste con sus numerosos experimentos, entonces su futuro podría ser oscuro. ¿Qué la Ley Concursal no permite traer otro entrenador? Eso ya lo sabemos todos, que no estamos para gastos es un hecho evidente, pero espero que Aguirre, quien tiene su prestigio, sea capaz de aceptar que no puede llevar la embarcación a buen puerto y se marche, aunque esto implique el renunciar al resto del contrato, una circunstancia que creo importante…o es que acaso ustedes se creen que se marchará renunciando a todo su salario, yo no. En fin, la única solución es que a Agapito Iglesias se lo carguen de una puñetera vez, ojo, deportivamente hablando claro está, lo único que tengo claro es que a él…los resultados del equipo le importan un bledo.