El Real Murcia adoptó el rol de local en los primeros minutos de intercambio de golpes dónde parecía que los locales eran los pimentoneros y donde a momentos el Real Zaragoza se defendía como gato panza arriba. No fue hasta el minuto 20 cuándo Luis García lanzó una falta directa que se estrelló violentamente en el palo del meta rival. Pero los murcianos tenían las ideas mucho más claras que nuestros futbolistas y cuando pisaban el área de Leo Franco daban sensación de peligro. Paglialunga y Tarsi empezaron a intentar serenar el juego y dar más posesión del balón al conjunto de Paco Herrera.
En el minuto 32 la Agapitada se escuchó con claridad en La Romareda, al menos parece ser que eso no va a ser denunciable con el nuevo reglamento de Seguridad del Real Zaragoza.
Poco a poco el Real Zaragoza empezaba a tener más control y dominio del balón, del juego y de las ocasiones aunque no eran claras, nuevamente Luis García a balón parado inquietaba la meta rival. En el 37 un desequilibrante Montañes pisaba el área rodeado de rivales y era derribado en un claro penalty que no era señalado.
En la segunda parte más de lo mismo, el Real Murcia empezó dominando el partido y llegando con cierto peligro mientras que el Real Zaragoza no sabía llegar a la portería contraria. Paco Herrera movió el banquillo y sacó a Victor Rodriguez por Roger Martí dando durante unos minutos mayor llegada en jugada a la meta del Real Murcia. El Murcia movió también el banquillo y con la salida de Toribio les dio mayor llegada a la meta de Leo Franco gozando de la ocasión más clara del partido en un pase de la muerte en la que tres rivales no llegaron para empujarla por muy poco. Herrera se la jugó quitando a Tarsi y dando entrada a Álamo gozando de unos minutos de dominio y alguna ocasión. Pero los pimentoneros a la contra también gozaron de alguna ocasión clara para abrir el marcador. Pero el árbitro volvía a ser protagonista, en un balón dividido Luis García veía injustamente una segunda tarjeta amarilla completamente injusta puesto que los dos jugadores se lanzaron a por el balón y pudo pitar falta a favor de cualquiera de ellos. Con casi un cuarto de hora por delante, un Real Zaragoza que le costaba hacer su juego se veía con un penalty no pitado en la primera parte y uno menos. Curiosamente se volvieron a vivir unos minutos intensos generando alguna ocasión de abrir el marcador pero sin consecuencias como un cabezazo de Henriquez a las manos del portero. De ahí hasta el final del partido ocasiones en ambas porterías, tensión y más tensión con poco fútbol con una ocasión final de Eddy en tiempo añadido que con todo a su favor mandó el balón poco menos que al marcador de La Romareda.
GEORGE GARCÍA
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