Nuestro entrenador llevaba varias jornadas presumiendo de nuestra fortaleza defensiva, consideraba muy importante mantener nuestra portería a cero. No niego que esa solidez defensiva sea importante pero de poco sirve si luego el equipo muestra carencias ofensivas alarmantes.
En el partido de ayer no tuvimos ni una sola oportunidad clara de gol, algunas llegadas pero sin remates entre los tres palos. Es evidente que la mala suerte se cebó con nuestro equipo, el primer gol fue un error en el despeje de Cabrera que le quita el balón de las manos a nuestro portero y el segundo fue un penalty inexistente que se sacó de la manga el árbitro.
Tras el primer gol el equipo se vino arriba con jugadas por bandas tanto de Hinestroza como de Pedro pero lamentablemente faltó el remate a puerta, fueron veinte minutos de acoso pero poco a poco perdimos empuje. Nada más comenzar la segunda parte el árbitro terminó de destrozar el partido con el penalty y fue todo un querer y no poder, sin ideas ofensivas y sin remates.
No tuvo Ortuño su mejor día pero sus compañeros tampoco estuvieron mejor, no acompañaron al delantero en jugadas de segunda línea ni buscaron el remate desde fuera del área.
Para colmo nuestro entrenador parece un espectador más, no fue capaz con los cambios de cambiar el rumbo del partido y para más inri sólo hizo dos de ellos cuando se veía a algunos jugadores muy cansados.
Hinestroza estuvo el día de antes con fiebre y sólo aguantó medio tiempo y a Pedro se le notó en exceso el parón por su lesión, no debe sacar jugadores que no sean capaces de aguantar físicamente todo el partido.
Lo dicho hemos pasado de mantener nuestra portería a cero a dejar a cero la portería del rival.
Manolo Gómez.
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