Parecía que iba a llegar nuestro viejo amigo asturiano Adrián Colunga, sonaban portugueses por todos los sitios (el ya conocido Almeyda y el último sonado Postiga) y al final ha tenido que ser el jugador Ovetense del Espanyol de Barcelona, uno de los verdugos del Real Zaragoza en la final de copa del rey en el Santiago Bernabeu. El jugador de 30 años, en el final de su carrera (lleva año y medio desaparecido en los terrenos de juego de Barcelona) viene a reforzar una zona de ataque en la que hacen falta goles. Pues bien, es justo lo que no tiene este atacante (6 goles la ultima temporada y 3 y 5 las anteriores). Así pues, esperemos fichar a un delantero más que aún tenemos 1 hora fatídica. Deseamos que se estén quemando nuestros dirigentes la cabeza -y el bolsillo- para poder cerrar un equipo en condiciones para que no estemos sufriendo allá por el puente de la Constitución. Dicho pues, recemos por un ultimo esfuerzo.
Amén
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