Según informa es su edición digital El Periódico de Aragón, la DGA ha intervenido el dinero que el Espanyol de Barcelona le debe al Real Zaragoza por el traspaso del delantero Sergio García para saldar la deuda que la insolvente constructora de la compañía deportiva de Agapito Iglesias --Zaragoza Real Estate, en concurso de acreedores como su empresa matriz-- mantiene con la hacienda autonómica.
La intervención de esos fondos cuenta con la bendición del juzgado de lo Mercantil número 2 de la capital aragonesa, que instruye la suspensión de pagos que la propia firma inmobiliaria, propiedad del Real Zaragoza SAD --un 99%-- y de su fundación --el 1% restante--, instó de manera voluntaria.
Tras la declaración del concurso de acreedores --adelantado ayer por EL PERIÓDICO--, los técnicos de la Dirección General de Tributos del Gobierno de Aragón detectaron que Zaragoza Real Estate tenía pendientes de pago alrededor de medio millón de euros en concepto de Impuesto de Transmisiones Patrimoniales --el 7% del precio escriturado de bienes inmobiliarios adquiridos-- y de Actos Jurídicos Documentados --la escrituración y registro de esas operaciones--. Paralelamente, se percataron de que el fisco autonómico disponía de una garantía para cobrar esa deuda: los derechos deportivos del delantero Sergio García, protagonista de un rocambolesco doble traspaso del Zaragoza al Betis y de este al Espanyol, donde actualmente juega.
La DGA optó por ejecutar esa garantía, con lo que se ha convertido en el destinatario del dinero que la empresa deportiva barcelonesa tiene pendiente de pago a la de Agapito Iglesias en virtud del complejo acuerdo de traspaso del jugador desde la sociedad sevillana a la catalana.
A finales del verano del 2008, tras coincidir su revalorización como miembro de la selección española que ganó la Eurocopa con el último descenso del Real Zaragoza a Segunda División, García forzó su salida hacia Sevilla. Iglesias y Lopera cerraron el acuerdo del traspaso en diez millones de euros, de los que quedaron cuatro pendientes de pago.
TRASPASO Al finalizar esa campaña, García fichó por el Espanyol, que se comprometió a pagar al Zaragoza dos de los cuatro millones que le adeuda el Betis. El Gobierno de Aragón se ha convertido en el destinatario prioritario de esos fondos hasta que quede saldada la deuda de Zaragoza Real Estate con las arcas autonómicas.
Otros dos millones del traspaso de Sergio siguen pendientes de pago, aunque no al Real Zaragoza sino a su ex entrenador Marcelino García Toral. La SAD de Agapito Iglesias --con Eduardo Bandrés como presidente en aquella época-- le endosó al preparador, cuando lo despidió en diciembre del 2009, varios de los pagarés incobrables que previamente le había colocado a ella el Betis.
Como quien no quiere la cosa, la gestión del Zaragoza llega al punto de generar efectos colaterales como convertir al entrenador del Sevilla en acreedor del Betis.
El segundo principal acreedor de Zaragoza Real Estate es la Agencia Tributaria, esta por impago de varias cantidades de IVA y del Impuesto de Sociedades.
Zaragoza Real Estate fue creada a principios del 2008 para desarrollar la promoción de cerca de 80 pisos de lujo que Agapito proyectaba construir en el solar de las oficinas y el gimnasio de La Romareda, obra que nunca comenzó. Esa finca urbana pasó a principios de este año a manos de varias cajas de ahorro aragonesas, que la adquirieron en una operación que aportó a la SAD su último momento de liquidez antes de presentar el concurso de acreedores voluntario.
La constructora del Real Zaragoza ha pasado en tres años y medio de la expectativa de dar un pelotazo millonario a la declaración de insolvencia.
Fuente: El periódico de Aragón
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