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El presidente de la liga de fútbol Profesional analiza la nueva situación del Real Zaragoza en del marco global del fútbol nacional tras el cambio de propiedad.
Un alivio inmenso. En la Liga, a nadie le gusta que haya este tipo de sanciones. Y, en el caso del Real Zaragoza, mucho menos porque es uno de los grandes del fútbol español. Hubiera sido una catástrofe que desapareciera del fútbol profesional y, probablemente, también del fútbol nacional para siempre. Por eso agradecimos enormemente el paso adelante que dieron las personas que decidieron acudir a salvarlo de tan graves problemas.
Porque, lo que ha pasado en Murcia, aún caliente, pudo suceder aquí sin remedio.
Yo recuerdo que, desde primeros de junio, veníamos repitiendo desde la LFP que Real Zaragoza y Murcia atravesaban por una delicadísima situación. Y el Racing de Santander no lo nombrábamos porque, al estar en Segunda B aún, no teníamos sus datos verificados. Mis palabras fueron claras al decir que vivían unas circunstancias peligrosas que amenazaban con su descenso. Que la gente se lo creyese o no, son conductas subjetivas. Pero los datos objetivos eran evidentes.
Los nuevos propietarios y otros que pueden entrar con el paso de las semanas en el patronato de la Fundación Zaragoza 2032... ¿Acabarán siendo esa solución local que Javier Tebas sugería desde el inicio del caso?
Conociendo desde hace muchos años el fútbol español, el asunto de una deuda tan grande y de un riesgo tan serio de liquidación solo se puede solucionar con capital de gente implicada en la ciudad y en la región. Las demás opciones, como se vio en el caso del Zaragoza de forma cristalina, no están nunca a la altura de lo que exige el momento. Las que fueron apareciendo aquí no estaban en la realidad. O salía una fórmula como la que ha salido en Zaragoza, o no había solución.
Un club que tiene una deuda de 130 millones de euros, ¿es aún viable?
El mensaje es claro. La viabilidad del Real Zaragoza sigue siendo extremadamente complicada. En el futuro, la SAD necesitará de aportaciones económicas extras para poder acometer sus compromisos de pago, el convenio de acreedores posconcursal, sus gastos de estructura. Y, en el momento en el que pueda dar el salto a la Primera División, recuperará el nivel de ingresos que harán posible cubrir la deuda y sostener su diseño societario. Pero, que la gente sea consciente, el Real Zaragoza tardará años en recuperar y tener grandes equipos. Las restricciones van a ser duras en las próximas campañas. Un plan de viabilidad es a medio o largo plazo en cualquier empresa endeudada.
¿De cuántos años está hablando?
Si se hacen y salen las cosas bien, el Real Zaragoza tardará entre 5 y 7 años en poder alcanzar la normalidad. Está muy grave en estos momentos.
Ustedes limitan su volumen salarial total para la plantilla a un techo de 2,5 millones de euros. Un serio inconveniente para armar un equipo de ascenso.
Es lo que le toca al Zaragoza, como le toca a 19 clubes de la categoría porque ya es el segundo año tras el descenso de Primera. Tendrá que ser imaginativo. Y, a igualdad de gasto que la mayoría de clubes rivales, debe saber aprovechar que esto es Zaragoza, un equipo histórico, con un estadio legendario, donde los futbolistas saben que jugar es un expositor magnífico para crecer. Han de saber trabajar esos factores que los demás de la división no tienen.
Y otro aspecto sorprendente, la limitación a poder tener solo 18 fichas profesionales en la plantilla. Es un castigo que dificulta aún más optar al necesario ascenso.
Hay una norma aprobada por todos los clubes en la Comisión Delegada de la LFP que es muy clara: quienes no están a 31 de diciembre al día con Hacienda, con la Seguridad Social, jugadores y otros proveedores, el año siguiente tienen una sanción de un año sin poder fichar. En esa fecha pasada, el Sporting, el Zaragoza y el Osasuna tenían deudas en todos esos flancos. También el Murcia. Sin embargo, en vez de no permitirles fichar a nadie, se les ha abierto la puerta para que puedan competir, pero se les limita a 18 las fichas profesionales.
O sea, que el Zaragoza todavía ha de estar agradecido.
Claro. Es que, si se aplica a rajatabla la norma, no pueden tener plantillas. Se les ha abierto algo la mano a estos clubes. Es una interpretación que hizo hace un mes la Comisión Delegada a raíz de ver que podía darse el caso de que estos clubes se quedaran con 8 o 9 jugadores únicamente en el vestuario.
Con estas penitencias, parece que se traba la solvencia de una nueva propiedad que viene con ánimo de solucionar los problemas. Es algo contradictorio.
Es que hay que evitar que los clubes deteriorados económicamente no caigan en la ruina total. Estamos defendiendo la historia de los clubes, que nadie piense que, aunque destroce una entidad, luego vendrá otro y lo arreglará. Quien lo ha hecho mal, como club, debe ser sancionado aunque cambie de propiedad.
Insisto en que parece algo con matices contra natura.
Hay que defender la integridad de la competición. Que los clubes compitan en igualdad de condiciones económicas, con limpieza. Que paguen a todo el mundo. Si llega una propiedad que va a regenerar un club destrozado y desleal, ya sabe lo que tiene que acometer al respecto. Lo que no podemos permitir es que haya barra libre cuando llegan nuevos dueños y se perdone todo lo hecho con anterioridad. Eso no puede ser.
Pero, así, con tanta traba, el imperioso ascenso a Primera División de clubes como el Real Zaragoza es un laberinto.
Primero, no es tan imperioso el ascenso para el Real Zaragoza. Aún tiene un tiempo para hacerlo sin caer en problemas mayores. Y segundo, no caben excepciones con nadie. Todos que están en Segunda quieren subir a la élite. Y la temporada que se castiga al Zaragoza y a los demás incumplidores es la pasada. No es de recibo que compitiera un equipo que no pagaba a Hacienda, a la Seguridad Social, a los jugadores, a los proveedores, con otros 20 que sí lo hacían. Eso es inadmisible. Por eso, este año, el Real Zaragoza tiene que ser castigado con las normas que rigen el fútbol español. Para eso se impusieron.
El Zaragoza, por lo tanto, va a competir este año procesado y cumpliendo diversas penas.
Los hechos punibles que ha llevado a cabo, los pecados que ha cometido, han de conllevar esta sanción. Los nuevos propietarios del Zaragoza han de saber que esto tiene que ser así. Aquí y en todos los sitios. Y no les supone ninguna sorpresa. Yo mantuve una conversación con ellos hace varias semanas y conocen toda esta situación.
El método de la Fundación, que también rige en la SD Huesca, ¿es una buena salida para los problemas que arrastran muchos equipos del fútbol español?
También lo tienen el Levante, el Elche o el Hércules. Es una buena transición para la búsqueda de socializar el capital social o bien encontrar algún empresario o grupo que quiera hacerse cargo de un club en una época transitoria. Es un buen camino. En el caso del Real Zaragoza, lo que destaca en la gente que ha formado la Fundación es su afán no mercantilista. Me consta que la intención de estas personas al llegar al Zaragoza no es actuar de inversionistas ni buscar el negocio, sino únicamente dar una solución a un club al borde de la liquidación.
La LFP y el Consejo Superior de Deportes llevan tiempo intentando regular la llegada de los fondos de inversión extranjeros. Quizá lo sucedido con el Zaragoza sirva como ejemplo de lo que se quiere evitar.
Yo he sido muy claro con todos esos grupos extraños de compradores que asoman ante la venta de los clubes de fútbol. Nuestra experiencia ya nos lleva a detectar fácilmente quiénes son frikis y quiénes no lo son. En la LFP nos gustaría que la gente de los clubes nos hiciera un poco más de caso. En el proceso del Zaragoza, toda la operación de compraventa desde mayo la califiqué como friki porque fue algo tremendo. Que llegara un grupo de personas con la única intención de llevarse la pasa, la comisión, es algo imposible de cuajar y tolerar. En definitiva, eso supone que lo que logran es cargarse el club, nunca salvarlo. Y ha habido mucha gente en estos meses que casi se cargan el Zaragoza.
¿Cómo vivieron desde Madrid, en la sede de la LFP, el frenesí diario de la compraventa del Zaragoza?
Con mucha preocupación y, muchos días, asombrados y perplejos. Quiero hacer una crítica a determinados medios de comunicación por cómo dieron pábulo a historias que eran de película, de comedia de risa. Un tratamiento que no hizo más que ahuyentar por momentos a empresarios serios que podía haber y que se marcharon lejos del esfuerzo que querían hacer por el Real Zaragoza. Hay que tener muchísimo cuidado al llamar inversores a personajes que, con la más mínima comprobación en los lugares adecuados, se tenía que ver que lo que argumentaban era mentira.
¿A quién se refiere en concreto?
A Kadir Sheikh; al jeque árabe que estuvo días pululando representado por un tal Fernando Gracia, de Tardienta… Kadir fue el más activo mediáticamente, pero el jeque también clamaba al cielo. Y la solvencia de esos casos se veían a distancia, sin necesidad de profundizar demasiado. Y el capital mexicano… pues es que, para que alguien ponga una cantidad de dinero tan importante en una entidad como el Zaragoza que debe tantísimo dinero, o es de ahí y tiene sentimientos por el club, por una institución señera en la región, o es imposible que entienda de qué se trata esta operación. Esto no era un juego ni una inversión a corto plazo. Estos mexicanos, hubiese sido imposible que aguantaran lo que el Real Zaragoza va a exigir de compromiso y sostén en los próximos años.
¿Cuánto pesó en la LFP y el CSD el apoyo de miles de aficionados zaragocistas en aquella concentración del 17 de julio?
En aquella manifestación, aparte de destacar cuantitativamente el número de gente que se echó a las calles, que fue tremendo, también sobresalió el matiz cualitativo del mensaje. No fue una manifestación en contra de nada o nadie, por más que la figura de Agapito estuviera en el epicentro. Aquel día lo que se pidió fue la supervivencia del Real Zaragoza. Fue un grito a favor de algo. Y eso impulsó decisivamente a todos los organismos y personas implicadas a lanzarse en busca de una solución definitiva. Ese día, quiénes arribaron al Zaragoza como un juego, reflexionaron y se dieron cuenta de que se trataba de algo serio, que no tenían cabida.
¿Es equiparable el efecto de esa concentración masiva a la que tuvo lugar hace 20 años en Sevilla y Vigo cuando se acabó en aquella liga de 22 equipos con su repesca?
Sí. Estas manifestaciones parecían haber caído en el olvido. Y Zaragoza las ha rescatado. Se comentó en la LFP y entre los clubes españoles que fue una muestra de que los clubes de fútbol tienen su corazón, sus sentimientos, además de ser SAD mercantiles. Y, en momentos delicados como vive el Real Zaragoza ahora, ese matiz es crucial para intentar una salida que no sea la desaparición.
¿El Zaragoza y el Valencia siguen siendo las grandes preocupaciones de la LFP por lo que suponen esos clubes en sus ciudades y su región?
El Zaragoza solo ha saltado una pequeña valla, pero le quedan muchas más por saltar, muchas de ellas importantes. Y el Valencia va a entrar seguramente en concurso de acreedores, lo que le daría una segunda oportunidad. En los próximos días se despejarán dudas sobre su futuro. En la LFP seguimos de cerca la situación de los dos clubes históricos, por supuesto.
¿Qué opina Miguel Cardenal, el presidente del CSD, de la solución que ha llegado al Real Zaragoza?
Está contento. Lo hemos tenido puntualmente informado de todo lo que estaba ocurriendo con los diferentes personajes que iban surgiendo. Y, al final, con la aparición de la Fundación, ha quedado satisfecho al ver que es la gente de la propia ciudad, del propio entorno del viejo club, la que ha cogido las riendas. Pero él también advierte de que el camino que le queda por delante al Zaragoza es duro de recorrer.
¿En qué medida ha participado Javier Tebas y la LFP en la resolución final del caso Real Zaragoza?
Nosotros, como en cualquier asunto delicado que afecta a un club asociado, actuamos advirtiendo de posibles soluciones. Hemos intentado en todo momento explicar, convencer, empujar y ayudar para que el Zaragoza tuviera una viabilidad real. La LFP no puede estar mirando a otro lado cuando las soluciones están vinculadas al frikismo. Si la LFP hubiese mirado hacia otro lado cuando veía que aquello era una barbaridad, que estábamos en un proceso de enajenación increíble, no hubiese actuado correctamente. Debíamos intervenir y lo hemos hecho en la medida de lo posible. Siempre desde la discreción, sin estar nunca en primera línea. Pero hemos trabajado a favor de lograr una línea de sensatez y seriedad que abriera un camino de vida al Real Zaragoza.
Sabiendo que el Zaragoza jugará este año sancionado por sus pecados, ¿cabe la aplicación de un alivio de penas si los nuevos gestores muestran su solvencia y buena voluntad con el paso de los meses?
Aquí nadie va a gozar nunca de manga ancha. La sanción que le corresponde pagar al Real Zaragoza es de un año de sometimiento a las normas y la deberá cumplir. Como los demás. Dicho esto, yo confío en que la gente que dirige ahora al Zaragoza va a ser capaz de hacer una plantilla competitiva. Quiero recordar que, la pasada liga, el 2 de abril, el Córdoba estaba en la pelea por el descenso a Segunda B y acabó ascendiendo a Primera. No pensemos que todo se hace con dinero y con la fuerza del talonario. Hay que tener más imaginación que los demás. La gente va a volver a tener estima por ir a jugar al Zaragoza. Lo vamos a ver. Sin duda, así va a ser.
¿Qué le dice la LFP a la afición del Real Zaragoza tras este verano frenético que ha terminado con una gran carga de esperanza tras el cambio de propiedad?
Que tenga mucha paciencia. La historia de los clubes españoles es ya de muchos años. En algunos casos, centenaria. Y dos o tres temporadas, no dejan de ser un tres por ciento de esa historia del club. Así que hay que tener paciencia en estas dos o tres próximas temporadas para que el Real Zaragoza vuelva a resurgir. En ese tiempo, estoy seguro de que el Zaragoza volverá a estar donde le corresponde, que es entre los equipos de Primera División.
¿Está marcando ese tiempo como permanencia todavía en Segunda División?
No se puede pensar que esta temporada, de manera súbita, va a significar ya el resurgir del equipo. No me refiero solo al aspecto deportivo. La afición ha de tener en cuenta el lastre de la enorme deuda que el Zaragoza debe ir pagando inexorablemente. Siempre que la gente piense en hacer una crítica, en lanzar algún pitido en la Romareda, en sacar algún pañuelo a los actuales dirigentes del Consejo de Administración, que apelen a la paciencia y piensen en la mochila que arrastran. Todo tendrá que convertirse así en un aplauso hacia ellos. Yo, a las personas que han dado el paso al frente de la Fundación, solo los puedo calificar de valientes y osados.
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