El Sporting empató (1-1) ante el Zaragoza en La Romareda, en partido de Liga correspondiente a la jornada 33.
Un punto de alma, con adversidades ajenas, que hicieron que el punto haya tenido muy especial mérito.
Carmona, Isma López y el debutante Jorge Meré, novedades en el once inicial
Abelardo decidió introducir tres cambios en el equipo inicial. El primero era obligado. Uno de sus intocables, Bernado, vio la pasada jornada la tarjeta amarilla, con lo que era baja. Para suplirle, el técnico gijonés se decidió por la juventud exultante del recién estrenado internacional sub 21 Jorge Meré, que tuvo así la oportunidad de debutar en el primer equipo rojiblanco con sólo 17 años.
Sus puesta de largo fue en La Romareda, donde Quini debutó en su día con la Selección Española y donde Abelardo jugó su segundo partido también con el primer equipo rojiblanco. El ahora entrenador rojiblanco había tenido un debut testimonial en el Bernabeu de la mano de Aranguren, que le alineó en el centro del campo. Tras este partido regresó al filial y, destituido el portogalujo, le suplió en el banquillo Carlos García Cuervo, que le puso ante el Zaragoza. Abelardo ya no se perdería ningún partido más, salvo sanción o lesión, hasta que temporadas después fichó por el Barcelona.
Así pues, un campo de peso y tronío para el debút de Jorge Meré...
Las otras dos novedades en el equipo inicial rojiblanco fueron Carmona en la banda derecha, en lugar de Juan Muñiz, con el que ha alternado muchas tardes de mutuos cambios, como volvió a ser el caso, e Isma López, que jugó por vez primera en el Sporting en la posición de enganche, donde ya lo había hecho en el Athletic, Lugo y de medias, en la temporada en la que vistió cedido la camiseta del Zaragoza B. El navarro había jugado desde su llegada a Gijón siempre en banda.
Álex Menéndez se mantuvo en el lateral izquierdo, como en la anterior jornada frente al Barcelona B.
En cuanto al dibujo táctico, Abelardo se mantuvo fiel a sí mismo, con el doble pivote y un jugador en punta. El resto, la combinación de juventud, ambición, velocidad, posicionamiento y, sobre todo, mucha intensidad, de siempre.
Partido de brega
El partido arrancó con los dos equipos muy concentrados, muy pendientes de sus respectivas marcas.
En el minuto 6, un agarrón a Jony le costaba a Galarreta la primera amarilla del partido. El encuentro tenía mucha brega desde el principio.
En el minuto 12, buen balón al área, un poco pasado, que le llegó a Carmona, pero se le marchó el control. Había triangulado muy bien el equipo en esta acción.
En el 18, Carmona veía la primera amarilla por parte rojiblanca, que llegó a Zaragoza con Lora, Luis Hernández, Sergio Álvarez, Isma López y Pablo Pérez advertidos de sanción.
En el minuto 26 picó el balón Pedro, que superó por alto a Cuéllar y el balón se marchó fuera tras botar en el larguero.
Replicaba el Sporting con un remate lejano que le salió alto Jony.
El Sporting trataba de combinar, de escalonar su juego.
En el 30, Jorge Meré era amonestado por una falta que ni fue, ya que sacó a banda limpiamente el balón.
El partido transitaba con pocos remates. Faltaba precisión en los metros finales. Así fue como se llegó al descanso con el 0-0 inicial.
Sin cambios al descanso
Arrancaron la segunda mitad los dos equipos con los mismos onces del inicio.
En el minuto 3 era amonestado Dorca.
Mandi asumía el papel de Bernardo en los balones a prolongar en las acciones a balón parado.
Álex Menéndez veía la amarilla en el minuto 9. Al saque de la falta, el balón quedó suelto en el área rojiblanca, al segundo palo, tras peinar un compañero, le llegó a Dorca, que cruzó a gol.
Un minuto después, Isma López lograba el empate. Guerrero se llevaba las marcas, Carmona ponía el balón y el iruñés volvía a levantar las tablas en el marcador.
En el minuto 13 remataba nuevamente Isma López. El balón se iba al poste, metía el brazo un jugador local para despejar, pero quedó sin sanción el claro penalti. Guerrero, con todo para haber empujado el esférico de no haber medidado la infracción, no se lo podía creer.
En apenas tres minutos el partido tomó velocidad de vértigo.
El Zaragoza buscaba la portería a balón parado y Cuéllar respondía metiendo los puños con seguridad.
En el 22 era amonestado por segunda vez Álex Menéndez. Pareció un muy excesivo castigo lo que no dejó de ser más que una dudosa falta. En todo caso, el equipo se quedaba en inferioridad numérica.
Isma tuvo que retrasar su posición al lateral.
Tocaba sufrir. Abelardo mandaba entrar en el minuto 26 a Juan Muñiz por Carmona.
Al saque de una falta que precisamente botó Juan Muñiz, remató de cabeza Guerrero. Se giró muy bien, pero salió fuera por poco el balón.
Abelardo disponía el segundo cambio. Se marchaba Jony y le suplía Pablo Pérez.
En el 35 agotaba los cambios el equipo gijonés. Rachid entraba por Mandi, extenuado tras un partido de mucho trabajo.
La Mareona se dejaba notar en la grada con sus gritos de ánimo.
También agotaba los cambios el Zaragoza con la entrada de Tato por Jaime. Era el minuto 41.
Instantes después, Rachid servía para Pablo Pérez, que rompía a la defensa rival por la derecha. Pudo tirar, pero sirvió y pilló a contrapié a Guerrero. Había sido una jugada de gol, que enmudeció La Romareda.
Instantes después el colegiado pitaba el final del partido.
El equipo había vuelto a dar un ejemplo de entrega, en un encuentro en el que se llevó un merecido punto, en un premio que hay que dar por bueno, dadas las adversidades que tuvo que salvar.
Abelardo no quiso hablar de la actuación arbitral en la sala de prensa.
Incidencias: Los gijoneses jugaron con su segunda equipación, enteramente de color rojo. El partido fue televisado en directo por Telecable (Más que Tele) y Aragón Tv. En los prolegómenos del partido hubo un respetuoso minuto de silencio en recuerdo de Ana Cristina Placer, esposa de César Alierta, accionista principal del Zaragoza, fallecida el pasado domingo. Partido de debut en el Sporting del juvenil Jorge Meré en lugar de Bernardo, sancionado. Tarde soleada con una temperatura de unos 21º centígrados. Terreno de juego en buenas condiciones. Presencia de medio millar de aficionados rojiblancos, que se dejaron notar a lo largo del partido. Lora y Vallejo oficiaron de capitanes.
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