martes, 24 de enero de 2012
Secos a orillas del Mediterráneo
El pasado domingo el Real Zaragoza certificó una jornada más que su futuro más inmediato por méritos propios debe de ser la Segunda División española si nadie lo remedia de manera inmediata. Frente a un débil Levante que apenas creó peligro al que pudo y debió ganar pero la ansiedad por la victoria que no llega endurece y agarrota a los jugadores que tuvieron una clara ocasión de haber ganado a domicilio a un equipo levantinista acomodado en un meritorio cuarto puesto que habla a las claras de la situación del fútbol español con todos los respetos por los aguerridos y eficaces granotas.
Ahora toca visitar el Bernabeu, una difícil plaza en la que el Real Zaragoza sólo ha ganado 4 veces en Liga. La pasada temporada el rigor táctico, la compenetración y el buen planteamiento inicial del partido por Javier Aguirre posibilitaron una victoria tan importante como inesperada.
Son ya 3 puntos de 36 posibles los que en un pésimo final de la primera vuelta que obligan a que en la segunda parte de la temporada para poder obrar el milagro por tercera vez consecutiva harán falta 10 victorias de 19 o la denominada media inglesa -victoria en casa y empate en campo ajeno- con sólo 3 derrotas asumibles como máximo para que los números salgan.
Cuentas y cuentas de una afición resignada que jornada tras jornada sale más enfadada que la anterior por un club que ya no es el que era ni lo será en un plazo medio-largo en el que es primordial una recomposición institucional, económica y deportiva siendo éstas condiciones indispensables e irrenunciables para la salvación del Real Zaragoza que todos hemos visto y ahora no logramos reconoce.
Conmigo no podrán, sigo creendo que es posible.
Álvaro Rodríguez - alcaroy
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