INFINITO

El Real Zaragoza disputo un exigente partido el pasado sábado frente al Real Madrid. Los merengues, apenas reservaron jugadores y acabaron jugando con, prácticamente, el equipo titular.

Los maños respondieron con buena actitud, pero las aptitudes no están al nivel que hubiéramos deseado, frente a un Madrid con poca actitud pero con unas aptitudes para el gol-personalizadas en Ronaldo- muy superiores a las nuestras. Pese a todo, como en casi toda la temporada, pudimos ganar o perder el partido según la suerte hubiera caído. Aunque yo, tengo la sensación, de que el Zaragoza es un equipo que, en cualquier momento, va a reventar positivamente y vamos a ganar dos o tres partidos seguidos en cualquier instante.

Jimenez realizo un audaz planteamiento . Ni siquiera tras el gol permitió que los suyos dieran un paso atrás e intentaran cerrar huecos retirándose hacia la portería de Roberto. Yo, personalmente, hubiera preferido que el partido hubiera sido menos loco tras el gol de Rodri. Que el equipo hubiera estado un poco mas junto y replegado. Que las interrupciones hubieran abundado, pero, claro, el rival también juega y se movía con velocidad y calidad.

El técnico andaluz, propuso una defensa valiente y adelantada. Logro que los delanteros madridistas cayeran hasta por diez veces en fuera de juego. Mantuvieron el tipo frente a jugadores brillantes capaces de desbordar cualquier defensa. Abraham brillo en esta línea, pues fue capaz de desplegarse en ataque y realizar varias jugadas de merito.

Movilla se vio obligado a recurrir a toda su veteranía, porque fue un partido muy exigente físicamente y lo sufrió en algunos tramos. El resto, pues casi lo de siempre, Montañes brilla, Postiga amenaza y Rodri marco.

También, como el turrón que vuelve por Navidad, la injusticia arbitral volvió a Zaragoza con la visita del Madrid. Ramos se harto de pegar hasta que después de 71 minutos le sacaron una amarilla. Arbeloa igual. Y Essien agarro claramente a Postiga dentro del área. Vamos nada, el robo anual y habitual.

La verdad es que nuestro sufrimiento es infinito. Nuestro zaragocismo también. Sería una pena que esta plantilla descendiera. Pues yo observo, por primera vez en la era oscura, que hay mimbres para el futuro. Que hay unos buenos cimientos para dar un cambio de imagen. Que no se revuelvan en su tumba otrora héroes zaragocistas, ni se avergüencen los que caminan entre nosotros. Pues nosotros, hinchas zaragocistas, jamás lo haremos.

EDU