Ridículo y vergüenza es lo que hemos sentido viendo el partido de nuestro equipo contra el Jaén. No merece la pena comentar un partido en el que nuestro equipo una vez más ha estado a merced del rival, un equipo recién ascendido que sabe a lo que juega y pelea todos y cada uno de los balones.
Nuestro equipo deambula por el campo sin sentido táctico, sin rigor defensivo, sin unidad y sin alma. Se puede jugar mal al fútbol, se pueden tener carencias tanto físicas como tácticas, pero lo que nunca puede perder es el alma y la ilusión, somos un equipo herido en su orgullo que no sabe responder ante la adversidad.
La inoperancia de la directiva y propietario nos ha convertido en un equipo que deambula por el fútbol español sin identidad alguna. La parcela deportiva está en manos de personas sin capacidad y sin criterio a la hora de confeccionar la plantilla, se mancaron como meta el ascenso sin pensar más allá, sin crear un proyecto de futuro.
El entrenador se está quedando sin recursos, sin ideas que den la vuelta a esta situación.
Es lamentable estar en esta posición en la tabla pero sería asumible si el equipo estuviera formado por jóvenes jugadores de la cantera (ahora que estamos en el pozo se empiezan a emplear, aunque sin confiar en ellos) que formen un bloque que permita soñar con un futuro esperanzador. Ya he dicho muchas veces que el R.Zaragoza sólo puede volver a ser lo que fue si recupera su identidad aragonesa, su alma aragonesa, que haga que los aficionados nos volquemos a muerte con nuestro equipo.
Es difícil sentir ilusión por nuestro equipo, pero los zaragocistas de corazón no lo vamos a dejar nunca de lado.
Manolo Gómez
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