Quedan solo 4 finales ya, de los últimos 4 partidos hemos
sacado tan solo 3 puntos y hace 4 partidos la distancia que nos separaba al Villarreal
y Granada eran tan solo de 4 puntos, que ahora son 6 y 8 respectivamente.
No, no voy en esta ocasión a cantar la canción de 4 y no lo
hare porque no tengo muchas ganas de cachondeo. A pesar de que es mi santo, no
es mi día más alegre y ello es debido principalmente a la preocupación por
nuestro equipo.
Siempre se me dio mal
separar los estados de ánimo, cuando estoy triste por una derrota por ejemplo
estoy triste en el resto de actividades y viceversa. ¿Vosotros podéis separar estas cosas?, si es así
contarme el truco y os lo agradeceré eternamente.
Hemos perdido toda la capacidad para poder depender de nosotros
mismos. Aunque ganemos los 4 partidos y logremos los 12 puntos, dependeremos de
que el Villarreal pierda al menos 6 puntos, o sea el 50% del total en esos
mismos partidos y si pensamos en el Granada aun es mas difícil la cuenta de la
vieja, tendría que perder el 75% de los
puntos.
Estamos en la UCI y dependemos, para poder sobrevivir de un cuádruple
trasplante. A saber 1 de corazón, 1 de hígado, 1 de riñón y 1 de pulmón. Cada
semana nos efectuaran uno de ellos con la particularidad de que si sale uno solo
de esos trasplantes mal, probablemente será fatal para nosotros. Tenemos eso sí
, un gran equipo médico (entrenador y afición) y nos efectuaran 3 de esas
operaciones en nuestra casa, en el hospital del Miguel Servet (Romareda).
No me gusta este plan B, el A era mejor si hubiéramos ganado
en Mallorca y puntuado con el Sevilla, si el Arbitro no se hubiera ensañado
cuando jugamos con el FCB. Pero no nos queda otra que seguir este plan B y
seguirlo hasta las últimas consecuencias, porque no habrá un C y mucho menos un
D, a no ser que sea el del " D...escenso"
Sé que parezco muy pesimista y realmente no lo soy. No
porque piense en salvarnos, con demasiada confianza si no, porque pienso que descender no es el
fin del mundo. La manera como se descienda sí que puede ser vergonzosa,
dependiendo de la actitud de los jugadores y la manera con que afrontemos el
futuro si que podrá ser trágica o por contrario esperanzadora.
Con Agapito no hay futuro se salve el Zaragoza esta
temporada o descienda. Sin Agapito y con el club en unas manos normales, con
sentido común y buena gestión, volveremos a ser los que fuimos, aunque descendamos.
Recordar que el León siempre vuelve
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