En el Real Zaragoza
ocurre más de lo mismo. Jiménez ha repetido hasta la saciedad que “no vendrá
nada que no mejore al equipo”. Y si llega algún refuerzo, siendo un delantero
lo más reclamado por el preparador zaragocista, deberán salir antes los
jugadores que no cuentan como Lanzaro y Doblas. Además, la más que posible
salida de Aranda y que Goni haya recalado en el Sabadell, facilitan los hipotéticos
refuerzos.
Para analizar los
mercados invernales del Real Zaragoza hay que separar dos épocas. En enero de
1995 fue cuando, verdaderamente, comenzó el mercado invernal, porque hasta esa
misma temporada, 94/95, se podía fichar en cualquier época del año.
Santos llegó en marzo de 1963 para lo que restaba de temporada y tres más |
Aunque se suele fichar en
invierno y una vez iniciada la temporada para suplir carencias, fruto de una
mala planificación anterior, en el Real Zaragoza no siempre ha sido así. Muchos
jugadores que han dejado huella en el club formaron parte del equipo por estas
fechas, si no en enero, bien una vez empezada la segunda vuelta.
Por ejemplo, en febrero
de 1959 llegó a la capital del Ebro Duca,
el primer zaragocista brasileño de la historia. Además fue el primer jugador en
anotar un penalti a favor del Real Zaragoza en La Romareda ante el Valencia ese
mismo año y fue, además, el primer jugador blanquillo en marcar un gol europeo
oficial, ante el Glentoran (Irlanda del Norte) en la temporada 62/63, ya que el
primer gol lo introdujo Bourne en su propia portería.
Violeta
y un Magnífico
Uno de los jugadores
más importantes del Zaragoza en sus 80 años de historia, José Luis Violeta, se vistió como zaragocista por
primera vez un 4 de enero de 1961. Fue en un amistoso ante el Huesca (2-3 a
favor de los maños). Violeta se encontraba en el Juventud (entonces filial
zaragocista). Estuvo a punto de irse cedido al Rayo Vallecano, pero finalmente
se le hizo ficha con el primer equipo. Sin embargo, el“León de Torrero”, no debutó hasta la temporada 63/64,
siendo cedido en la anterior al Calvo Sotelo. Su gran actuación en el conjunto
de Puertollano le facilitó un hueco en la plantilla de Los Magníficos.
Pero el primer fichaje
de un gran jugador fue, precisamente, uno de Los Magníficos, Euleterio
Santos. Se encontraba en el Tenerife, y en marzo de 1963 firmó por lo que
restaba de temporada y tres años más.
"Lobo" Diarte, uno de los mejores delanteros del Real Zaragoza |
Unos años después se
empezó a gestar otra gran etapa zaragocista, Los Zaraguayos. Y en enero de 1974 llego Carlos Martínez “Lobo” Diarte. Formaba parte del Olimpia de
Asunción y llegó al equipo maño aconsejado por otro zaraguayo, Nino Arrúa. Curiosamente, ese mismo mes, el Zaragoza
vendió a su actual presidente, Fernando
Molinos, al Espanyol por cuatro millones de pesetas.
Rafael
García Cortés, llegó desde el Real Madrid por 19
millones de pesetas en diciembre de 1982. En la temporada 1987/1988, el fichaje
de Rijkaar por el Sporting de Lisboa
se frustró y el Zaragoza consiguió su cesión para los meses comprendidos desde
febrero a junio costándole 20 millones de pesetas (tras su estancia en
Zaragoza, ganó el balón de bronce y fue jugador clave en el Milán de Sachi).
Tras saborear el éxito
en Barcelona, Víctor Muñoz llegó en
la segunda vuelta de la temporada 1990/1991 para ayudar al equipo a conseguir la
permanencia (conseguida en la promoción contra el Murcia). A cambio Zalba,
actual presidente zaragocista, le prometió un puesto en el área deportiva del
club para la temporada siguiente. Dos años después, arribaron Santiago Aragón (en marzo, con una
cesión más opción de compra por 50 millones) y Mohamed Alí Amar, “Nayim” (en abril por otros 50
millones), que marcó dos temporadas después el gol más importante de la entidad
aragonesa.
En el año que sólo se
permitió fichar en unos meses determinados (en el caso del mercado invernal, en
enero), llegó un campeón del mundo, Marcos Evangelista de Mosaes, “Cafú”, cedido hasta junio por la firma
Parmalat. Hasta los siete fichajes de 2010, los más destacados son Gustavo López en 1996, Jamelli, procedente del Kashiwa japonés
en 1998 (a la vez se marchaba cedido al Wolverhampton Jesús García Sanjuán),
las incorporaciones de Movilla y Dani García en el 2004, fundamentales
en el “galacticazo”; y las vueltas de
Esnáider, Milosevic y Ponzio en el
2001, 2002 y 2009, respectivamente.
La
revolución invernal
En los últimos tres
años, el Zaragoza llegó a este periodo en descenso y necesitaba un cambio en la
plantilla urgentemente. Entre ellos, destaca el enero de 2010, porque se
produjo una revolución en el mercado de invierno en toda regla. Llegaron siete
jugadores nuevos: Edmilson, Roberto,
Contini, Colunga, Jarosik, Suazo y Eliseu. Estos fichajes ayudaron al
equipo a lograr la permanencia.
Apoño fue fundamental en la espectacular permanencia del año pasado |
En el 2011 también se
precisaban refuerzos, aunque sólo llegaron N´Daw,
que apenas jugó, y el central paraguayo Da
Silva. Al año siguiente también se necesitaron refuerzos. La situación del
equipo era muy cruda y desesperada. Además, las dificultades se acrecentaron
con la salida del capitán, Leo Ponzio. Sin embargo, se logró contratar a Aranda, Pablo Álvarez, Dujmovic y Apoño,
que ayudaron en la medida de sus posibilidades para la consecución de la épica
permanencia.
Mercados invernales en
los que, definitivamente, ha ocurrido de todo. Desde actuar a la desesperada en
los últimos años para suplir las acuciantes crisis, hasta contrataciones que,
posteriormente, dejaron una huella indeleble.
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