Una fecha inolvidable para todo zaragocista, aquél 10 de Mayo de 1995, un día en el que recuerdo muy a menudo como si fuera ayer. Nos encontrábamos en París la ciudad de la luz, íbamos a jugar una final europea, y eso ya eran palabras mayores. Esa mañana todo eran nervios, emociones, deseando llegara la hora del comienzo del partido.
La afición del Real Zaragoza estaba citada en una parte, con la Tour Eiffel como protagonista, en el trayecto nos encontramos a la afición del Arsenal, cantando y compartiendo, a su vez numerosos zaragocistas que empezaban a llegar, todo era un colorido precioso con el Sena de fondo, hubo intercambios de bufandas y gorras con los aficionados del Arsenal y fue una mañana maravillosa.
Poco a poco llegó la hora, camino del estadio, ocupando nuestra ubicación y esperando que comenzara el partido, saltaron los jugadores, explosión de ánimo, sorteo de campos, pitido inicial y a cantar y animar sin cesar.
Nadie podía imaginar el final que nos tenían preparado, vibrando con el golazo del matador Esnaider, con el empate, la prórroga, pensando en la lotería ya de los penaltis, y en el último suspiro, en el último grito de aliento, llegó Nayim empujado por miles de almas con corazón blanco y azul y GOOOOL.No se puede describir lo que sentí en palabras, era como un sueño, había que frotarse los ojos.
Nunca olvidare a Alfonso Solans con la camiseta del Real Zaragoza saltando y botando en el Parque de los Principes, nunca olvidaré a la gente con lágrimas en los ojos, abrazados y compartiendo un sentimiento, nunca olvidaré a los gendarmes felicitándonos por el comportamiento.
Nunca olvidaré el regreso en la Plaza del Pilar con tanta gente celebrando un hito tan importante, nunca te olvidaré Real Zaragoza porque eres parte de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario