Llevo varios días buscando palabras para expresar lo que siento y sigo sin encontrarlas.
El golpe del domingo fue duro, fue duro ver que el sueño del ascenso en el primer año post-Agapito se iba a sólo 6 minutos del final.
Fue duro saber que jugadores que han dado todo por este escudo quizá no sigan.
Fue duro darnos un golpe contra la realidad de que, un año más, el Real Zaragoza jugará en Segunda División.
Pero por algo somos zaragocistas: nos curtimos en las derrotas y aprendemos de ellas. Nos levantamos, con más fuerza de la que teníamos antes y seguimos hacia delante, dejamos de mirar al pasado y nos centramos en pelear por el presente. Y eso es lo que vamos a hacer.
No importa cuán dura haya sido nuestra caída porque ya estamos levantándonos y luchando por volver.
Hace tan solo 11 meses, el futuro del club era incierto y ni siquiera sabíamos si habría club al que abonarnos, con el que sufrir y disfrutar de nuevo.
Un año después; llegamos a la final del Play Off por el ascenso y estuvimos a solo 6 minutos de lograrlo. Hace 11 meses, llorábamos pensando que no habría nunca más equipo. Hoy, lloramos sabiendo que, pronto, volveremos.
Volveremos donde una afición que ha sufrido durante 8 años merece. Volveremos donde un club del calibre del Real Zaragoza debe estar.
Secad vuestras lágrimas, quitaos la tierra de vuestras rodillas, levantaos con la cabeza alta, y sonreíd porque lo sabéis, sabéis que el León está volviendo a rugir y siempre vuelve.
Es la primera advertencia.
Que las lágrimas de Vallejo sean nuestro referente y el año que viene puedan ser de felicidad.
Zaragoza nunca se rinde.
Y seguiremos, un año más, al lado del cañón.
A tu lado, Real Zaragoza, el único en el que podemos estar.
Volveremos
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Por Erika Insa
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